Mi primer amor, Crg.

Cuando algo ha sido perdido, simplemente quiere decir que una vez fue hallado. Quien halla, por mucho que intente olvidar lo que una vez encontró, volverá a recordarlo en cada estación. Con sol o sin flor, con lluvia o sin viento, con hojas secas o sin luna llena… Nunca se podrá olvidar el primer amor, que fue creado antes que el tiempo y que un día se encontró. Este genuino amor no se marchita con el otoño, sino que, mas bien, viene a hospedarse una eterna temporada. Así que le recomiendo calentar dos tazas de café, encender la chimenea y colocar dos asientos frente a ella. Pues cuando llegue su primer amor, tendrán mucho de que conversar. Un día tropecé con Dios, mi primer amor. Una cosa he demandado a Jehová, esta buscaré; Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo. Salmos 27: 4