¡Y NO SÉ DÓNDE LO HAN PUESTO! VOLUMEN IV

Resumen de los tres volúmenes anteriores y completando la guía más perfecta para poner en práctica, además pone puntos sobre íes en aquellos asuntos menos conocidos: la leyenda negra sobre los españoles o la tírria e inquina tan sibarita como torpe de muchos Pontífices ciertos hacia los méritos de las Españas. Si Luciani o Juan Pablo I ya renuncia en 1978 a ser elevado a la silla petrina con la corona o Tiara (años antes retirada a un mausoleo en ceremonia tan hipócrita como circense, por su antecesor), se puede decir que el "Papa" ya no es Rey y que la Iglesia que "representa" no es como tal Universal (logro de la Corona española). Aquí, el Vaticano II, para nada meramente pastoral y sí de obediencia ciega y cuasi absoluta -la apostasía quedaba al dedillo más que cumplida- triunfaba. Con su nuevo rito, deformando incluso el precedente luterano, más parecido al de Thomas Cranmer en la lengua vernácula. Con los otros ritos, hasta anular mismamente la capacidad del sacrificio, prácticamente sobando y sobando como un bollito de pan una masa hasta hacerla etérea e inexistente. Hoy diríamos que hasta pervertirla y hacerla indigerible.