DEMASIADOS VASOS PARA UNA MESA TAN PEQUEÑA

Hace años que decidí observar lo que ocurría a mi alrededor. Escuchar y analizar pequeños gestos y ocurrencias tanto mías como de los demás. Y me di cuenta que la vida estaba relacionada con los cuentos. La realidad que está ahí afuera puede, y debe, reducirse a un cuento. De esta forma es más fácil analizar y tomar decisiones. Desde siempre, el género del cuento ha sido delegado a los más pequeños. Como si la fácil, rápida y entretenida lectura fuera únicamente un derecho de ellos. Y los adultos...¿qué pasa con nosotros?. “Después de que uno haya jugado con una cantidad grande de notas, es la simplicidad que emerge como una recompensa del arte. (Frédéric Chopin)”. Esta cita justifica mi planteamiento. Tanta vida recorrida, tantas historias, tantas notas...que al final, una melodía simple, una canción de dos acordes, una palabra, una imagen, un minuto o un segundo, resumen con más inteligencia hojas y hojas y más hojas de ensayos, reflexiones y disertaciones acerca de mi vida, de la tuya, del origen del universo, de la diversidad o del amor. Por efecto o defecto soy maestro, así que pensé que si para mí eran útiles estos textos, para los demás también.