El diario íntimo de Peggie Sue

El vuelo es muy corto. Apenas media hora después ya estoy conduciendo un pequeño y discreto coche de alquiler. Hace tiempo que no visito esta zona del archipiélago. Me apetece dar una vuelta por la isla, pero no puedo enredarme mucho porque aún no tengo sitio donde pasar la noche. Me paso por una pequeña playa preciosa en la que no hay mucha gente. El agua es azul turquesa y muy cristalina. Apenas hay un par de parejas a lo suyo aquí y allá. Están desnudos. Supongo que he caído en una playa nudista. Me atrae la idea de bañarme desnuda en esa agua tan cristalina. Está atardeciendo y quiero comer algo antes de ir al hotel, por lo que tendrá que ser un baño rápido. El agua está estupenda. No hay sensación comparable a la de bañarse sin ropa en plena naturaleza, sabiendo que todos pueden verte, pero que nadie te observa. <<¡Loca! ¿Pero qué estás haciendo?>> Tengo todo el dinero en el bolso. Salgo corriendo a proteger todo lo que tengo. Voy llena de arena, pero me da igual. Me visto y me voy al chiringuito, el único que hay. El camarero es muy simpático. Me ofrece todo lo que tiene para comer, que no es mucho ni variado, pero está rico, o tengo mucha hambre. Tengo tanta hambre.