A la mitad del camino

Muchas veces los adultos nos piden que ya con 15 o 16 tengamos una conducta apropiada, que ya sepamos cuales son nuestros sueños y metas, tener definidas nuestras prioridades. ¿Como si ellos a nuestra edad las hubieran tenido? Entender que estaba bien cometer errores, que tenia derecho de ser yo misma pero sobretodo afrontar las consecuencias de defender lo que era, a pesar de que pudiera estar en un error, fueron cosas que me costo trabajo aceptar. Una vez que entendí que solo estaba a la mitad del camino, que nada de lo que había hecho podía definirme, una mala calificación, un mal novio, una perfecta amiga, una buena actitud, ninguna de esas cosas decía quien era o quien podía llegar a ser.Pero para llegar a esta conclusión tuve que pasar por muchas cosas, algunas divertidas y otras no tanto pero al final del día todas ellas me ayudaron a convertirme en la persona que soy ahora. Los invito a acompañarme en mi viaje para encontrarme, para amar y para cometer locuras, los invito al paseo por la mejor carretera del mundo, una que a veces olvidamos, y se llama adolescencia.