MI ÚNICA BANDERA. El primer amor

Todo comenzó con una inspiración: la canción Mi Única Bandera. Hace tres años empecé a escribir y solo avancé cuatro páginas. Ese archivo quedó olvidado, pero era incapaz de borrarlo. Por primera vez en mis 26 años, me dejé llevar y solté mi necesidad de control. El 6 de agosto, meses de preparación del MIR, presentar un TFG del que me siento orgullosa, graduarme y publicar mi primera novela, podría decir que cumplí todo lo que me propuse, pero no sería cierto. Mi perfeccionismo me impide sentirme plenamente satisfecha. Antes lo veía como un defecto; hoy lo considero una virtud. He aprendido que buscar la perfección es imposible, pero la fuerza que empleamos en intentarlo vale la pena. Decidí convertir mi "defecto" en aliado. Intentar ser alguien que no soy me dejó cicatrices, cuando lo único que necesitaba era aceptarme. Así alcanza la felicidad alguien exigente como yo: entendiendo que su debilidad puede ser también su mayor fortaleza. Gracias, "defecto", por llevarme hasta aquí.