Don Quijote en Capraria

El autor de estos Dieciocho Capítulos Perdidos es, como el propio don Quijote, un misterio armado de palabras. Las hipótesis son tantas como granos de arena en las dunas de Corralejo: La teoría cervantina: Que el propio Miguel de Cervantes, en un arrebato de inspiración (o tras una noche de mucho vino y poco sueño), escribió estas páginas y luego las olvidó entre los papeles de su Segunda Parte. A favor: el estilo tiene ese punto justo entre lo sublime y lo ridículo que sólo el manco de Lepanto dominaba. En contra: ¿por qué habría de ocultarlas? La teoría morisca: Que fueron obra de algún descendiente de los expulsados, quizá ese Mohammed ibn Quijota que firmó el manuscrito de Tombuctú, quien habría mezclado las aventuras del hidalgo con leyendas del desierto. Prueba a favor: los guiños a la cultura canaria y norteafricana. Prueba en contra: ¿cómo llegaron entonces a un baúl en Santa Cruz del Retamar? La teoría festoniana: Que el mismísimo mago Festón las escribió para burlarse de los eruditos, usando como pluma una espina de cardón y como tinta, agua de mar mezclada con gofio. A favor: explicaría las "coincidencias" imposibles. En contra: los magos rara vez firman.