TEATRO COMPLETO

En este volumen recopilo todas las obras de teatro que escribí entre 1990 y 1993. Esa fue una época en la que descubrí a Bertolt Brecht, Ibsen, Strindberg y Bernhard. También leí el teatro de Jean Genet así como obras de Fassbinder y Eric Rohmer. En Renoir y el ladrón de bragas la influencia es más bien el cine de Paul Morrisey y dos de sus obras: Flesh y Trash; quien las conozca sabrá a qué me refiero. Estas obras fueron escritas pensando en el teatro como material literario sin relación alguna con la representación en el escenario. Por desgracia, lo normal es que esas producciones suelan ser masacradas a la hora de la representación. Los pésimos actores que les han de dar vida, el provincianismo de las zonas en las que se presentan, etc., hacen que lo ideal sería leer las obras dramáticas como si se tratara de creaciones literarias sin relación con la representación en escena. Por eso siempre tuve en mente que ninguna de estas obras fuera llevada al escenario. Bastantes patochadas se han representado ya, no es necesario añadir más a la lista de despropósitos arrojados al mundo del teatro.